Siempre me he considerado una chica del montón .
Pero de vez en cuando mis instintos primitivos se ven a flor de piel.
Esa persona apasionada con ganas de amar y de vivir al máximo.
Esa mimosa pantera dulce y a la vez brutalmente carnal.
Quien me prueba se queda enredado entre mis fauces y mis ojos.
Mis uñas las saco cuando mi macho lo desea y me lo pide.
Mis mordiscos siempre con su fuerza justa descolocan a mi contrario.
Dulcemente salvaje.
BY/RO
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