Estas en el aire.
Te siento como la brisa que acaricia mi cara.
Esa brisa que suavemente levanta mi falda y la hace volar.
Mi cuerpo se refresca con tus palabra y a la vez se calienta en un sutil bochorno.
Mi pulso se acelera y mi alma vuela libre.
Un escalofrió acaricia mi piel mientras te escucha.
Se puede pedir más?
SI, tenerte entre mis brazos y acunarte entre mis caderas.
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